Política
Se confirma el vínculo entre Boudou y el dueño de Ciccone
Por Nicolás Wiñazki
Un socio del titular de la imprenta aparece como deudor de Boudou en la última declaración jurada de bienes del vicepresidente. Además, es el inquilino de uno de los pisos que tiene en Puerto Madero.
Susurros. El vicepresidente Amado Boudou y la ministra de Industria Debora Giorgi, el jueves último, en la inauguración de una fábrica de pinturas en el Parque Industrial de Pilar.
18/02/12
Un socio que es además uno de los mejores amigos del
monotributista Alejandro Vandenbroele (dueño de la ex Ciccone
Calcográfica) es inquilino del vicepresidente, Amado Boudou, e incluso su deudor: le debe 10.000 pesos, o al menos así consta en la declaración jurada 2010 del funcionario.
El
tercer hombre en la trama del “Caso Ciccone” se llama Fabián Carosso
Donatiello, es empresario, argentino con ciudadanía europea, tiene 41
años.
Carosso Donatiello es amigo de Vandenbroele y fue gracias a éste que conoció a Boudou.
Las relaciones comerciales y humanas de Carosso Donatiello con Boudou confirman el vínculo
que existe entre el vicepresidente y el monotributista Vandenbroele,
dueño de la imprenta privada más importante del país, quien está a la
espera de que el Gobierno le confirme un negocio de 50 millones de dólares: la confección de billetes de cien pesos. Y busca contratos por unos US$ 80millones.
Laura Muñoz, ex esposa de Vandenbroele, denunció hace 12 días que su ex pareja “es testaferro de Boudou”, y dijo que tenía pruebas para presentar en la Justicia.
Muñoz contó ahora a Clarín que Carosso Donatiello, el inquilino de Boudou, “es como un hermano para Vandenbroele”.
Ambos
son abogados. Vivieron y trabajaron juntos en España, e hicieron muchos
viajes juntos, como uno en el que recorrieron Portugal. Según reveló la
Revista Noticias en su último número, el vice le alquiló además a Donatiello su departamento en Puerto Madero.
En
la declaración jurada del 2010 de Boudou figura que Carosso Donatiello
le debe 10 mil pesos en concepto de “alquileres a cobrar dpto.”.
En el 2007, Carosso Donatiello y Vandenbroele se transformaron en socios.
Constituyeron “Agroibérica de Inversiones SA”, con domicilio en San
Miguel Tucumán, y también en Madrid. El objeto social de esa S.A. es
múltiple.
El abogado Ricardo Monner Sans encontró el acta de
creación de “Agroibérica de Inversiones” en el boletín oficial de
Tucumán. Según ese documento, la sociedad fue creada para la
“elaboración, distribución, comercio e importación y exportación de
alimentos y bebidas y de todo tipo de productos”; para la
“administración” y “adquisición” de valores mobiliarios y
participaciones sociales de empresas”; y para administración “de fondos
propios de entidades” no residentes en España.
Vandenbroele es argentino, vive aquí, pero tiene la vez la ciudadanía de la Unión Europea.
Para crear la sociedad “Agroibérica de Inversiones” usó su pasaporte de extranjero x2819190b: esa es solo una de sus muchas sociedades.
Su currículum, que alguna vez estuvo subido a la web del estudio Alfaro, en el que trabajó, lo describía como experto en “inversiones”.
Según consta en un expediente tucumano, Vandenbroele creó “Agroibérica de Inversiones” con un capital de 60.800 euros.
En
un viaje que hizo en el 2007 junto a su entonces esposa a Rosario,
donde vivía la familia de Carosso Donatiello, Vandenbroele creyó de
golpe que había perdido un dinero en efectivo que le llevaba a los
Carrosso. Eran 60 mil euros que después encontró.
La sociedad con la que Vandenbroele controla Ciccone, llamada “The Old Fund”, fue creada con un capital inicial de 30 mil pesos.
Vandenbroele está inscripto ante la AFIP como monotributista, categoría B, es decir que podría facturar 15 mil pesos por año.
A pesar de eso, fue la propia AFIP la que le permitió entrar a la ex
Ciccone tras levantarle una quiebra a la empresa que le había sido
dictada el mismo organismo público.
“Vengo por impulso del
Gobierno”, les dijo Vandenbroele a empleados de Ciccone en al menos tres
oportunidades, y agregó que su vínculo con la Casa Rosada “es Boudou”.
Hay decenas de testigos de esas escenas.
El primer trabajo de la nueva Ciccone fue imprimir las boletas electorales del Frente para la Victoria.
Clarín
publicó hace seis meses que fue el socio de Boudou en dos empresas,
José María Núñez Carmona, quien negoció con los acreedores de Ciccone
para que acepten la llegada a la compañía de Vandenbroele. Esa
información nunca fue desmentida, del mismo modo que desde hace doce
días Boudou eligió el silencio a las explicaciones frente a las
sospechas generadas alrededor del “Caso Cicccone”.
Clarín llama desde hace dos semanas a Vandenbroele pero éste no responde.
El
juez Daniel Rafecas y el fiscal Carlos Rívolo investigan a Boudou por
“violación de los deberes de funcionario público, negociaciones
incompatibles con la función pública y malversación de caudales
públicos”. Son delitos que podría haber sido cometido en algunas de las
operaciones que se contaron en esta nota.
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