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CRISTINISMO:MOYANOGATE-,MADREGATE-SOBREPRECIOS-LADRIPROGRESISMO-LA CAMPORA



DEL MOYANOGATE AL MADREGATE

Tormenta casi perfecta: La corrupción de Hebe & Sergio + Moyano

 Hay coincidencia dominical: el peor momento para Cristina 
desde la muerte de Néstor Kirchner. Y otra coincidencia: la 
corrupción de Fundación Madres de Plaza de Mayo no es la 
única, mientras que Hugo Moyano confirmó que hay inflación 
que preocupa.
12/06/2011 | 

Tormenta casi perfecta: La corrupción de Hebe & Sergio + Moyano
Ver más imágene                                                                                                                                                                                                                                                Néstor Kirchner fundó las bases del Frente para la Victoria sobre la distribución del dinero con el argumento de la redistribución de la riqueza.
    
El concepto, en verdad, ocultaba la convicción del ex Presidente sobre la naturaleza clientelar de la mayoría de las organizaciones sociales y políticas con las cuales podría construir el Frente para la Victoria.
 
Néstor Kirchner utilizó en la construcción del FpV los conceptos de éxito ya probado para la construcción del Frente para la Victoria Santacruceña, en la provincia de Santa Cruz: la administración de las prebendas en nombre del poder político (hoy día Kirchner no está para informarse sobre el colapso del FpVS y de los problemas de corrupción del modelo que heredó Cristina).
 
Kirchner, quien nunca fue simpatizante de la lectura ni del diálogo profundo con intelectuales -tarea simpre delegada a su mujer, como si fuese un rol secundario-, construía sobre la utilización del Estado como un bien personal.
 
Por lo tanto si nunca se informó con precisión acerca de los fondos públicos de la provincia de Santa Cruz girados al exterior ¿por qué informaría él sobre las partidas destinadas a la construcción de viviendas por organismos sociales?
 
Kirchner creía que la naturaleza misma de esos organismos autodenominados "sociales" cuando no "de derechos humanos", excluía de cualquier obligación de informar a los ciudadanos.
 
Así, Kirchner construyó su liderazgo político nacional en base a la distribución clientelar de beneficios, en la mayoría de las ocasiones una mera aplicación de partidas presupuestarias.
 
Cristina Fernández no tiene capacidad ni creatividad para innovar. Ella misma se ha asumido como la continuidad de la tarea iniciada por "Él", una apelación mística hacia un líder a menudo sospechado de corrupto, pero al fin de cuentas su marido muerto.
 
De todos modos, más allá del marketing del luto, hay que explorar la múltiple corrupción en el Estado que gestiona Cristina:

> en los planes de construcción de viviendas sociales;


> en la asignación del programa APE (Administración de Programas Especiales) para pagar ciertos fármacos a las obras sociales;

> en la financiación de la campaña electoral de Cristina, en 2007), etc.
 
Pero avancemos sobre las viviendas.
 
Según los números oficiales, los recursos presupuestarios disponibles entre 2010 y 2011 para los programas de construcción de viviendas ascienden a casi $ 12.000 millones: Programa Federal de Reactivación de Obras del FONAVI I y II; Programa Federal de Solidaridad Habitacional; Programa Federal de Construcción de Viviendas y Programa Federal de Villas y Asentamientos Precarios.
 
También el Programa Federal Mejor Vivir; Programa Federal de Emergencia Habitacional; Programa de Agua Potable, Ayuda Social y Saneamiento Básico; Programa Federal Plurianual de Construcción de Viviendas; Programa Mejoramiento de Barrios; Programa de Desarrollo Social en Areas Fronterizas del NO y NE Argentinos I y II; Programa Rosario Habitat; Programa de Viviendas CARITAS y Fondo Nacional de la Vivienda.
 
La cadena de mando es doble: Julio De Vido y Alicia Kirchner, pero ambos convergen en Cristina Fernández, hoy día.
 
En el caso de De Vido, debajo suyo entienden en estos temas: el titular de Obras Públicas, José López; y los subsecretarios Luis Bontempo (Desarrollo Urbano y Vivienda) y Abel Fatala (Obras Públicas).
 
En el caso de Alicia Kirchner, la Secretaría de Economía Social (Roberto Conrado Ghetti), y la Secretaría de Coordinación y Monitoreo Institucional (Carlos Daniel Castagneto).
 
Pese a la importancia del tema y la magnitud de los recursos en juego, el Gobierno siempre ha mostrado una escasa predisposición a informar en forma periódica sobre la marcha de las obras y el desembolso de los fondos. 
 
El nexo que va de Bonafini & Schoklender a Moyano es Julio De Vido, porque él heredó esas tareas de los días de Néstor Kirchner.
 
Vamos ahora a algunas lecturas dominicales.
 
 
"(...) La diputada de la Coalición Cívica Fernanda Reyes, integrante de la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados, denuncia que el Plan Federal de Construcción de Viviendas, el más ambicioso en ese sentido, es una gigantesca prueba de ineficacia administrativa y hasta de posible corrupción. 

Así lo prueba un informa actualizado a junio que la legisladora realizó en base a la información oficial que el Gobierno publica en la Web. Algunas de sus conclusiones: De las 420.000 casas que se anunciaron que se iban a construir mediante este plan, sólo se terminaron 143.959, es decir, un 35% del total.

El presupuesto inicial destinado para el Plan Federal de Viviendas ascendía a los $ 21.276.900.00. Hasta hoy, se destinaron a ese programa $ 19.363.690.000, es decir, el 90,4% del total original. Aun así, falta terminar el 65% de las casas.

Si se tiene en cuenta el presupuesto inicial y se promedia con cada uno de las viviendas prometidas, cada casa iba a tener entonces un costo de $ 41.442. 

Los hechos que prueban que ya se destinó el 90% de la plata pero sólo se ejecutó el 35% de lo planeado: cada vivienda tiene hoy un costo de $ 146.136.

Del cruzamiento de esos datos surge una información inquietante: en la actualidad, las casas del Plan Federal de Viviendas tienen un sobrecosto de 256%. 

¿Por qué? ¿El Gobierno podría argumentar que el retraso en el plan obligó a girar más fondos para enfrentar así a la inflación del mercado de la construcción? 

Según el cálculo comparativo del Índice Precios al Consumidor (IPC) del INDEC y el promedio de ese misma estadística pero hecha por algunos gobiernos provinciales, la inflación desde enero del 2007 a la fecha fue de 85%. Pero el sobrecosto de las casas del Plan Federal de Viviendas alcanza hoy el 300%.

Es el propio Gobierno el que deja lugar a dudas respecto de adónde va a parar esa diferencia de precio de costo de cada vivienda: los funcionarios de Planificación Federal que deben dar cuentas de sus actos administrativos no facilitan la información pública al respecto, sino más bien lo contrario, cuenta Reyes. (...)".
 
 
 
"El mundo de la política está en ebullición. La propuesta presidencial de la oposición para las elecciones de octubre se delineó a grandes trazos, mientras que el oficialismo aún espera que Cristina Fernández anuncie su lanzamiento por la reelección. 

La controversia política y judicial que rodea a Hebe de Bonafini -todo un ícono del kirchnerismo- por el manejo de cientos millones de pesos en planes de viviendas, y el reconocimiento que hizo el cegetista Hugo Moyano de la inflación como el gran déficit del modelo, han puesto sobre el tapete los problemas que condicionan la iniciativa de la Casa Rosada. La impaciencia cunde entre sus partidarios. (...")
 
 
 
"(...) La causa de los derechos humanos le ha servido a los Kirchner durante tanto tiempo como contrapeso idealista para las transacciones de caja que su brutal inclusión en la política mercenaria como resultado del escándalo Schoklender es un golpe duro cuyo impacto sobre los electores progresistas (especialmente en esta ciudad, que votará el mes que viene) está por verse.
             
Mientras que antes se les solía conceder a las Madres el beneficio de la duda cuando cambian independencia por un generoso financiamiento, la sociedad empieza a cuestionar si una organización de derechos humanos que se respete como tal debería hacer causa común con cualquier tipo de gobierno por definición; este financiamiento manchado nunca podría justificar la renuncia al derecho de defender a los indígenas tobas, por ejemplo, en vez de buscar la enésima condena perpetua para el ex general Luciano Benjamín Menéndez y restringir la agenda a casos con más de 30 años de antigüedad.
              
En cuanto a Moyano, se están haciendo algunas preguntas muy duras ( ya planteadas por sus críticos ) desde las filas de su propio sindicato, cuyo paro de recolección de basura fue suscitado por la muerte de un colega, por la cual culpan a la negligencia de la obra social de los camioneros; un fondo cuya prioridad se sospecha sería un mayor poder y enriquecimiento de Moyano en vez de las tomografías para trabajadores enfermos.

Si pilares oficialistas tales como las Madres y el sindicalismo pueden tambalear de un día para el otro, ¿ quién puede decir que las elecciones de octubre ya tienen ganadora? (...").
 
 
 
"(...) Los casos de Bonafini y Moyano no se circunscriben sólo a ellos, a sus pensamientos y sus conductas. Representarían también un estado de crisis (¿incipiente?) en dos de los tres engranajes que le permitieron funcionar desde el 2003 al sistema kirchnerista. Refiere a las organizaciones sociales y de derechos humanos y al sindicalismo. La otra pieza está paralizada hace rato.
 
(...) La disputa con Moyano se remonta a épocas anteriores, incluso, a la muerte de Néstor Kirchner.

La tensión de Moyano con los K y con el peronismo es indisimulable. El secretario de la CGT continúa reclamando espacios electorales que le retacean. Esas contradicciones internas se disimulan porque a todos les importa, en especial, seguir montados en el tren de la supuesta victoria. Pero podrían aflorar de mala forma aun si esa victoria llegara a concretarse.

La descripción permitiría arribar a un corolario. El sistema político y de poder kirchnerista deja escapar síntomas claros de agotamiento.
De final de ciclo.

Los mismos que se advertían en los últimos momentos de Kirchner. 
 
Dos cuestiones lograron enmascararlo: la súbita muerte del ex presidente que empinó en imagen y popularidad a Cristina; la economía que, a todo vapor y con riesgos, empuja el consumo. Esa ecuación mutó el escenario político y electoral.
Esa mutación podría permitirle al Gobierno incluso otro turno . Pero los términos de la ecuación son vulnerables.

Cristina pareciera saberlo. Hace tiempo que su vínculo con Moyano perdió intensidad. Sobre la cabeza del líder camionero penden además varias resoluciones de la Justicia. Una forma de intentar disciplinarlo.

(...) Los Kirchner nunca pusieron reparos a la unión de Hebe con Schoklender. Aunque varias veces, sobre todo el ex presidente, fueron advertidos.
 
La negación tuvo mucho que ver con la necesidad política. Para el matrimonio resultó de mucha utilidad la cercanía a las Madres y a las organizaciones de derechos humanos cuando requirieron fortalecer su escuálido poder de origen. Quien niegue un interés subalterno de los Kirchner en esa relación, al margen de los derechos humanos, es simplemente porque cierra sus ojos. Por esa misma razón, la responsabilidad política de ellos en esta trama sería mayor que la todos los demás.

(...) El ministro Julio De Vido debería responder un sinfín de interrogantes que sus subordinados no explicaron en su paso de la semana pasada por el Congreso. ¿Cómo cede el Estado $ 765 millones y compromete otros $ 500 sin ninguna fiscalización? ¿Cómo ningún órgano de control intervino cuando ya desde el 2007 –según el informe Miceli– se detectaron anomalías? ¿Cómo entender que en pocos años la Fundación de las Madres se convirtió en la segunda constructora del país sólo debajo de Techint? (...)".
 
 
 
"(...) El caso en cuestión ha puesto al descubierto la fragilidad y la corrupción de un modelo basado en la entrega de subsidios o de espacios de poder, a cambio de alineamiento político y de retornos, a través de las vías más grotescas o las más sofisticadas.

Este modelo de intercambio de favores es común a las transacciones que el gobierno kirchnerista efectuó tanto con las Madres de Plaza de Mayo como con el grupo sindical encabezado por el titular de la CGT, Hugo Moyano. Ambos sectores pasaron a ser nuevos beneficiarios del capitalismo para los amigos. En el caso del dirigente camionero, a cambio de un control de la calle del que careció, por ejemplo, Fernando de la Rúa.
 
Hebe de Bonafini, Sergio Schoklender y Hugo Moyano se convirtieron, así, en emblemas del kirchnerismo. Desde hace meses, la presidenta Cristina Kirchner intenta despegarse de la pésima imagen que el sindicalista y sus métodos extorsivos de protesta tienen en la opinión pública. Y desde hace pocos días, su gobierno intenta transformar a Schoklender en el único responsable de los atroces negocios que se celebraron con los impuestos de todos. 

En cambio, la jefa del Estado intenta salvar a la titular de Madres de Plaza de Mayo: "A Hebe hay que protegerla", ordenó, antes de que distintos referentes de organizaciones de derechos humanos se encargaran de cuestionar con dureza a Bonafini. (...)".
 
 
 
"(...) El ataque de fuerte irritación que, se dice, sufrió el jueves y el paso sin escalas a un estado de depresión profunda activó todas las alarmas: a Olivos habían llegado sin anestesia las duras frases de Estela de Carlotto, que puso distancias indisimulables con Bonafini; las incongruencias del subsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala, durante su informe al Congreso, cuando arrancó desmintiendo que el gobierno haya subsidiado a la Fundación Madres de Plaza de Mayo, para reconocer, un rato después, que se le habían girado más de 700 millones de pesos; y hasta la difusión, por numerosos medios, de filmaciones y fotos donde Schoklender y Hebe aparecen juntos y sonrientes con Amado Boudou, Julio de Vido, Débora Giorgi, Gabriel Mariotto, Guillermo Moreno y Daniel Filmus. Las dudas sobre la transparencia de la propia Bonafini que plantearon, con matices, en horas siguientes, Madres Línea Fundadora, Adolfo Pérez Esquivel y un incondicional de la casa, como Luis D'Elía, completaron el cuadro.

Por si faltase algo, a Cristina le llegó otro cimbronazo del lado de Hugo Moyano. El secretario general de la CGT andaba furioso, por considerar que la Casa Rosada, y hasta la propia mandataria, no era ajena a la difusión, por medios afines al kirchnerismo, de la información que da por sentado que el gobierno ya planea ir por su cabeza en 2012. Y que el candidato de Olivos al sillón de la central obrera de Azopardo es el albañil Gerardo Martínez. Moyano contestó con munición pesada: dijo que el peor faltante del gobierno de los Kirchner ha sido no combatir la inflación. Que fue como ponerle el rótulo del fracaso al plan económico que condujo, desde las sombras y hasta su muerte, el ex presidente Kirchner. (...").
 
 
 
"(...) En pocos días el gobierno de Cristina ha pasado, en suma, a la defensiva. En todas las democracias tenidas por "normales", la acción política consiste en sumar hasta aquello tenido por improbable

Es lo que ha venido haciendo Ricardo Alfonsín, que ha dejado de ser "Ricardito" para convertirse en "Ricardo" después de atraer a precandidatos que militaban fuera de su círculo ideológico como Javier González Fraga y Francisco de Narváez. 

Es lo que ha hecho el duhaldismo al sugerir que apoyaría a Mauricio Macri en la Capital. ¿Es lo que debiera hacer la propia Cristina porque aquellos "salvavidas" a los que apostaba, como las Madres de Bonafini, La Cámpora y el desprestigiado "periodismo militante", que también vive de los dineros del Estado, amenazan convertirse, a partir de la intensa campaña opositora contra la corrupción, en "salvavidas de plomo"? (...)".

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