La cuna del modelo K
Jorge Lanata viajó hasta la provincia de Santa Cruz para
mostrarte "La cuna del gobierno K". Qué pasa con el poder judicial, con
el poder económico , qué pasa con el tema social, con los medios,
fueron algunos de los interrogantes que el periodista fue buscar a Río
Gallegos, la capital de dicha provincia.
Lunes 27 de Agosto del 2012
"La provincia está al borde del estallido permanente con las protestas de los policías, los docentes, los estatales y los petroleros" estas palabras iniciaron un relato que muestra el presente de la provincia. Además, el informe presenta los testimonios de ciudadanos como Gabriela Mestelan, ex diputada de Encuentro Ciudadano, Aníbal Guerreo, un vecino que cuenta cómo es vivir allí; Javier Bielle, ex diputado que cuenta cómo funcionan los medios; Mariela Arias, corresponsal de La Nación que amplía como es el monopolio de la prensa en dicha provincia y Alfredo Martínez, senador de la UCR entre otros.
Además, en este informe, Lanata presentó cómo está
formado el poder judicial santacruceño. Una estructura que se fue
formando casi como una familia donde existen fuertes lazos sanguíneos y
políticos.
COMIENZO DEL PROGRAMA DE LANATA
Y LUEGO LAS SUCESIVASPARTES DEL PROGRAMA.
DE PASO LES DEJO LA VISTA Y EXTRAÑO CON LO QUE SE MANEJA EL MISMO
El imponente mausoleo de Néstor Kirchner
El cementerio de Río Gallegos con el mausoleo de los Kirchner al fondo. | Efe
- Fue construido por el empresario Lázaro Báez como un regalo para los Kirchner
- Es una sobria edificación de líneas cortantes y puras de 11 metros de alto
- Sobre el féretro hay pañuelos de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo
- Y una foto suya de niño con el lema: 'Cuando sea grande quiero ser presidente'
Uno de los pocos detalles que decoran el mausoleo del ex mandatario Néstor Kirchner inaugurado este jueves, un año después de su muerte, es una fotografía suya de un inocente niño con 9 años bajo el lema: "Cuando sea grande quiero ser presidente".
Decenas de 'peregrinos K' se agolparon este jueves a las puertas del cementerio de Río Gallegos, la ciudad natal del ex mandatario, para ser los primeros en acceder al monumental mausoleo, al que poco antes se trasladó el féretro de Kirchner en una ceremonia íntima, encabezada por su viuda, la presidenta Cristina Fernández.
"Nunca nos dejan disfrutar nada", se quejó una mujer venida desde El Calafate, donde murió Kirchner hace exactamente un año, cuando los guardias le impidieron ingresar al cementerio con su bolso, las flores que traía como ofrenda y un muñeco con forma de pingüino, símbolo del ex presidente.
En pequeños grupos, la gente pudo ingresar al camposanto para ser revisados por los guardias con detectores de metal y luego iniciar un peregrinaje de unos 200 metros hasta el acceso al complejo que alberga el mausoleo, en la parte trasera del cementerio.
Una vez allí, y bajo estricta vigilancia, los visitantes acceden al edificio por una pesada puerta metálica que conduce hacia la derecha a una puerta de vidrio blindado que lleva al recinto donde descansan los restos de Kirchner, un sitio donde sólo la familia puede acceder.
De frente a la puerta metálica de ingreso se accede a una escalera en forma de caracol que conduce a la primera planta. Desde allí, y mirando hacia abajo a través de una estructura de vidrio circular, se puede observar el féretro del ex presidente, ubicado en el centro de la planta baja, cubierto con una bandera argentina.
Sobre el cajón hay también una camiseta del Racing de Avellaneda, el club de fútbol del que Kirchner era fanático, un rosario, una flor y los pañuelos blancos de las Madres y de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Por detrás del féretro, se alza una gigantesca cruz de madera y a un costado fue dispuesto el cajón que contiene los restos del padre del ex gobernante y primer secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas. Desde el piso superior se puede ver además, en la planta baja, en un rincón, dos sillones y una pequeña mesa.
El edificio, cuya construcción demandó 10 meses y cuyo costo es un misterio, es, por dentro y por fuera, una mole gris de concreto, piedra volcánica, pizarra, lajas y mármol de 13 metros de largo, unos 15 de frente y 11 de alto.
Es una construcción de líneas cortantes y puras, con algunas aberturas perpendiculares en las paredes que permiten el ingreso de la luz natural. En la parte central del techo hay un tragaluz con el logotipo oficial del bicenentario de Argentina -celebrado el año pasado- en colores celestes y amarillos, que al mediodía refleja sus tonos sobre el féretro.
La sobriedad del recinto sólo se rompe con tres retratos de quien gobernara Argentina entre 2003 y 2007. La fotografía de su niñez, en blanco y negro, y que contiene su deseo de ser presidente cuando fuese grande a la manera de un mensaje para compartir en Facebook está ubicado en la planta superior, donde también hay una fotografía de Kirchner, en colores, con su pulgar en alto. El tercer retrato está en la planta baja, una pintura del rostro del ex presidente en tonos ocres.
Por fuera, el complejo, de 650 metros cuadrados, se completa con un mástil gigante con una bandera argentina que se flamea con el habitual viento patagónico y dos llamas votivas. También hay una estructura triangular que representa en la forma del territorio argentino y una fuente rectangular.
Sólo un par de coronas fueron colocadas a las puertas del mausoleo, mientras la gente se quedó con las ganas de llevarle sus sencillos ramilletes al 'Lupo'. "Es una pena. Él se merece nuestro homenaje y mucho más", dijo a Efe Lucía, una vecina de Río Gallegos, que ingresó al lugar sola pues su esposo tuvo que quedarse afuera porque traía consigo un teléfono móvil con cámara.
A las puertas del mausoleo, construido por el empresario Lázaro Báez como un regalo para los Kirchner, un cartel advierte que está prohibido el ingreso con móviles y cámaras de fotos y vídeo "por respeto" a este sitio, desde ahora un santuario de peregrinaje kirchnerista.
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