2011-2015
Chau Perón: El PJ en estado de shock
Previsible pero no por eso
menos dramático para el Partido Justicialista: Ella no cree que esa
estructura le aportó los votos y avanza en la consolidación del
Cristinismo como nueva expresión del movimiento nacional y popular en el
poder.
Cristina Fernández
de Kirchner, con el bastón de mando presidencial, luego de haber jurado
su segundo mandato. Foto: Daniel Luna/Télam (10/12/2011).
“(…) Un
sobreviviente, con el que circunstancialmente compartió un
departamento, rememora un costado insólito de Lupín: “Una noche, me
despertaron los gritos roncos de una persona, cuando terminé de
despertarme, me di cuenta que provenían de muy cerca, era el Flaco, que
imitaba a Perón con una escoba de micrófono; le dije que se dejara de
romper las pelotas, y el tipo nada, seguía con el discurso, prendí la
luz y ahí estaba, escoba en mano, poniendo la otra mano como el Viejo y
totalmente dormido, es que Lupín era sonámbulo y yo no lo sabía”.
por EDGAR MAINHARD
En la sociedad político-matrimonial constituida por Cristina Fernández y Néstor Kirchner, el peronismo fue una cuestión más de él que de ella.
La
militancia universitaria era compartida con otro riogalleguense, Rafael
Flores, alias Rafa, hijo de un empleado bancario y popular arquero de
fútbol, y de una señora Sureda que, como el abuelo de Kirchner, estaba
entre los descendientes de los pioneros. (…) Rafa recuerda que Lupín se
abrió de la FURN (Federación Universitaria para la Revolución Nacional
), por disidencias, y para cuando, en abril de 1973, se unen al Frente
de Agrupaciones Eva Perón (FAEV), de las FAR (Fuerzas Armadas
Revolucionarias), para conformar la JUP (Juventud Universitaria
Peronista) platense, el Lupo ya no militaba, al menos en el frente
universitario.
El
tabicamiento de las estructuras conspira contra la tarea de encontrar
referencias de continuidad en la militancia de Kirchner en las
agrupaciones de superficie de Montoneros, salvo sus propias expresiones
frente a un auditorio donde se encontraba Miguel Talento; allí habló de
sí mismo como fundador de la JUP.
Al
menos en La Plata, su ámbito de militancia, esto está descartado por un
integrante de la Mesa de Agrupaciones, quien dio a conocer la unidad de
la FURN con FAEV, en la nueva Juventud Universitaria Peronista: el
propio Rafael Flores. Tampoco alguno de los participantes de la trifulca
a golpes de estas agrupaciones, el día de la liberación de los presos
peronistas de la U9, recuerdan al flaco santacruceño. Los
riogalleguences que fueron a La Plata luego del ’73, rememoran que Lupín
se quedaba comiendo salchichas, cuando se sabía que en el comedor
universitario habría algún acto.
Los
militantes setentistas de Gallegos, no lo reconocen como un par. A
pesar de la escasa población de la ciudad, que atentaba contra el
tabicamiento de estructuras, se dieron una organización férrea y
lograron una mínima estructura militar, con condiciones de seguridad
interna aceptables. Al consultar a cuadro y militantes de base de la
regional 7 de la JP, el nombre de Kirchner no es reconocido como
integrante, sólo lo recuerdan ocasionando problemas.
El
8 de enero de 1974, la UB Abal Medina, que aglutinaba a los militantes
de superficie de la M, en Gallegos, organizó una campaña del juguete,
junto a la Juventud Radical, que tenía como atractivo una maratón radial
en LU14 Radio Operativo Cóndor, como se denominó en aquellos años a la
actual Radio Provincia del Estado. Los juguetes se iban a repartir en
los barrios periféricos, pero un grupo de mujeres y niños armó un gran
lío bajo la conducción del joven Lupín, que gritaba ”Montoneros,
carajo”, e impulsaba a tomar los juguetes antes del reparto. “Se armó un
terrible escándalo que nos arruinó todo el trabajo”, recuerda,
indignado, un militante de la JP. “Cada vez que aparecía por la ciudad,
se metía en patoteadas de este estilo, se llegó a discutir si lo
hacíamos boleta”. (…)”.
Daniel Osvaldo Gatti
El Amo del Feudo, 2003.
por EDGAR MAINHARD
En la sociedad político-matrimonial constituida por Cristina Fernández y Néstor Kirchner, el peronismo fue una cuestión más de él que de ella.
Pero ambos coincidieron siempre en intentar crear su peronismo propio. De hecho en la provincia de Santa Cruz, su movimiento político se llamó Frente para la Victoria Santacruceña, liderado por el Partido Justicialista provincial pero, con la excusa de instalar la idea de una mayor amplitud partidaria, una herramienta personal de Néstor Kirchner, sin contratiempos institucionales. Una expresión de su voluntad.
La sigla Frente para la Victoria Santacruceña (FVS) es un sublema del Partido Justicialista de Santa Cruz, pero siempre resultó la marca registrada de Néstor Kirchner, más allá de estructuras con las que no siempre se identificaba, como el Consejo Nacional del PJ.
Los Rodríguez Saá, en San Luis, también mantuvieron un enfoque bastante parecido. De hecho su Peronismo Federal adhiere al Movimiento Nacional Justicialista aunque no integra el Partido Justicialista.
Cuando Néstor Kirchner se lanzó a la política nacional, el Frente para la Victoria Santacruceña devino en la Corriente Peronista Federal y más tarde en Frente para la Victoria, siempre como un movimiento, nunca un partido, superador del peronismo.
Ese fue el concepto que Kirchner intentó instalar en 2003/2004 convocando a sectores que en 1999 habían acompañado al Frepaso en general y al Frente Grande en particular. Precisamente Carlos Alberto Álvarez, alias Chacho, fue quien, desde agosto de 1985, en la revista Unidos comenzó a agitar el tema a partir de un sucesión de escritos que se titularon “Peronismo: ¿el fin?”.
Fueron 8 textos en el Nº6 de Unidos, que firmaron Alvarez , Felipe Solá, Salvador Ferla, Mario Wainfeld, Vicente Palermo, Enrique Mario Martínez, Roberto Marafiotiy Alvaro Abós.
Álvarez, quien terminaría apartándose hacia el Grupo de los 8, en 1989, luego de ganar y asumir una banca de diputado nacional integrando la lista del PJ porteño que lideraba Carlos Grosso, escribió en Unidos, en días en que comenzaba la Renovación (tema que en aquella edición de la revista debatió Juan Carlos Dante Gullo), consolidada cuando Antonio Cafiero ganó la Gobernación bonaerense en 1987: “La
incertidumbre y la duda rodean un momento ‘excepcional’ de la historia
del peronismo. La crisis de su identidad se confunde con su degradación
orgánica. Esto lleva a respuestas ambiguas y contradictorias. Compañeros
que se alejan de la estructura orgánica, pero reivindican su
inalterable identidad peronista. Creo, que sin obviar la necesaria
discusión entre seguir adentro o irse, hay pendiente un debate que tiene
como referente la situación argentina y los nuevos significados de una
política transformadora. (…)”.
Kirchner abordó el tema en 2003 y 2004, en parte porque él se sentía minoritario en el PJ convencional, que se dividía entre Carlos Menem y Eduardo Duhalde.
Menem fue destrozado por sus propios miedos y por la opinión pública. El adversario a vencer por Kirchner era Eduardo Duhalde, y al aproximarse el comicio legislativo de 2005 , Kirchner decidió que la prioridad era lograr ese triunfo, y para ello negoció con los líderes del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, suspendiendo el denominado ‘proyecto transversal’ (de todos modos, la relación con los llamados “organismos de derechos humanos” permaneció como demostración de sus diferencias).
En aquella campaña de 2005, Cristina Fernández fue candidata a senadora nacional por provincia de Buenos Aires, contra Hilda González de Duhalde.
Néstor Kirchner consiguió amalgamar, apelando a los beneficios que ofrece la estructura del Estado Nacional, a alcaldes bonaerenses tales como Julio Pereyra(Florencio Varela), Mario Alberto Ishii (José C. Paz) y Alberto Balestrini (La Matanza), y gobernadores como Carlos Rovira (Misiones), Gildo Insfran (Formosa) y Eduardo Fellner (Jujuy), con un heterogéneo abanico que iba desde Confluencia Argentina (Rafael Bielsa, Eduardo Luis Duhalde y Miguel Bonasso) al Espacio Transversal (Eduardo Sigal y Ariel Schiffrin), Nueva Militancia Gremial y Social(Edgardo Depetris) y los Jóvenes K (¿recuerdan a Nicolás Trotta, que reportaba aEnrique Albistur? Un antecedente de la Agrupación La Cámpora), entre otros.
De
todos modos, vale la pena reiterarlo, en la sociedad
político-matrimonial, Néstor Kirchner siempre fue identificado con el
peronismo, y Cristina Fernández con el no peronismo.
Precisamente
el ataque de Duhalde en aquel 2005 fue por el supuesto no-peronismo de
Cristina (expresado en una campaña proselitista en la que se desestimaba
la liturgia), y ella le respondió en un discurso en la ciudad La Plata,
el 07/07/2005, en presencia de Néstor Kirchner:
“(…) Y
quiero también, señor Presidente, amigos, esta noche, decirles que lo
que también una escucha por crítica, que la vocación de hegemonía, que
su autoritarismo… y con receta nos quieren convencer de que eso es un
libreto Peronista. Cuando
a alguien se le imponen escollos institucionales para que no gobierne,
eso no es libreto Peronista. Eso es guión y dirección de Francis Ford
Coppola, y el resultado no es Manual de Conducción Política, sino es El
Padrino. Así que no me vengan a mi a decir o plantear cuestiones desde
la Doctrina, las ideas o las convicciones, que las he tenido siempre,
pero que no necesito recitarlas para convencer a los demás. Estoy muy
convencida de lo que soy.
Por
eso, Presidente, quiero trasmitirle lo que me pasó el otro día en la
misa de los Palotinos, en la iglesia de Belgrano, a la que fui. Un
hombre, al que uno de los Palotinos asesinados había casado hace más de
40 años me dijo, con lágrimas, no se dejen intimidar. Y yo le digo a
usted, Presidente, no se deje intimidar. Le quieren torcer el brazo.
Pero no se lo quieren torcer porque tenga malos modales o use el saco
cruzado abierto, o porque no le importe el protocolo. (…)”.
Néstor Kirchner murió el 27/10/2010, Cristina Fernández heredó el Frente para la Victoria, y el 23/10/2011 refrendó en las urnas su liderazgo del movimiento que fundó su marido y la cuestión es qué ocurrirá ahora con el Partido Justicialista cuando Cristina tiene ambiciones fundacionales acerca de todo.
Cristina Fernández considera que no precisa de la estructura orgánica del PJ, hoy día controlada por un conjunto de gobernadores, con Daniel Scioli (provincia de Buenos Aires) en la presidencia del Consejo Nacional. Ella ya rechazó, a fines de 2010, asumir ese cargo.
Si
bien Cristina Fernández sigue asumiéndose como peronista, hay un
distanciamiento evidente con el justicialismo institucional. Cabe preguntarse si también hay en marcha una revisión histórica, en especial del Juan Perón del período final, en los años ’70.
Hasta ahora el peronismo nunca se atrevió a profundizar la construcción de untraumático relato sobre
qué fue lo que ocurrió en ese período, en el que comenzaron las
detenciones-desapariciones como respuesta a acciones terroristas que
Perón consideró actos de guerra en su contra de parte de organizaciones
peronistas.
Es probable que el Cristinismo se diferencie del Kirchnerismo precisamente en el enfoque sobre qué supone hoy día el peronismo, y básicamente el posperonismo.El Kirchnerismo nunca resolvió esos interrogantes pero el Cristinismo luce muy audaz al respecto.
En 2003/2004 uno de los líderes peronistas que más intentó frenar el proyectotransversal de los Kirchner fue José Manuel De la Sota,
en 2011 otra vez gobernador de Córdoba. Sin embargo, la difícil
situación financiera de Córdoba, y otras provincias argentinas, es una
realidad a la hora de concretar acciones políticas.
Si
Cristina Fernández no puede resolver los obstáculos que plantea la
economía a corto plazo, el peronismo tradicional tendrá perspectivas
ciertas de intentar recuperar la iniciativa y plantear una disidencia
respecto del Frente para la Victoria.Alberto Rodríguez Saá, por dar un ejemplo, especula con ese escenario.
Pero
si Cristina consigue mantener su idilio con la opinión pública, el
Partido Justicialista convencional puede quedar escaso de contenido y
dirigentes, en breve.
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